Sorpresiva, inentendible, dolorosa. Así definieron las mujeres voluntarias del Hospital Sanguinetti una decisión que, aseguran, tomaron las autoridades del nosocomio con la que quedaron expulsadas del lugar.
Se trata de las reconocidas "Damas de Rosa", quienes denunciaron en las últimas horas que por pedido del Director del Hospital, deben desalojar el sitio en el que acopian las donaciones de ropa y abrigo con las que se dedicaban a asistir a los pacientes de muy bajos recursos que necesitaran de esos elementos, mientras permanecen internados.
Con 18 años de incansable labor, una de las voluntarias, Aída Rivero, contó a Pilar de Todos que simplemente les informaron que necesitaban el cuarto donde las mujeres centralizaban las donaciones que la gente acercaba para asistir a los pacientes más humildes.
"Hace 18 años que estamos desempeñando esta labor. Nos dijeron necesitan el espacio. Se trata de un espacio sin ventana y que debe medir 2 metros por dos metros. Somos un grupo de gente grande, responsable. Estoy tan sorprendida como todos. Sacar el voluntariado de un hospital es inentendible", se lamentó Aída.
En total, en el Hospital Sanguinetti hay 15 mujeres que integran las Damas de Rosa que se van turnando para realizar las recorridas atentas a las necesidades de los enfermos que son variadas: desde ropa y alimentos hasta una palabra de aliento, una caricia o simplemente una lectura de algún libro.
"Estamos permanentemente recorriendo el Hospital, viendo si alguien necesita algo o si hay que darle de comer a algún paciente", relató Aída al tiempo que agregó que "no hubo ni siquiera opción" de mantener una reunión con el titular del nosocomio, Juan Ordoñez.
"Ese lugar que, según dicen, precisan estaba lleno de cosas con las que ayudábamos a la gente. Estos días lo dedicamos a poner todo en cajas. Quisimos resistir una semana más, teníamos la esperanza de que se arrepientan de esa decisión. Pero ya levantamos todo", dijo la mujer con tristeza.
- Más allá del lugar ¿Van a seguir estando en el Hospital?-, preguntó Pilar de Todos
- ¿Cómo nos arreglaríamos sin un lugar donde poder dejar nuestras cosas o recibir donaciones? Me siento una paria ahí adentro. Ni siquiera nos dieron un locker. Pensamos en no abandonar a los pacientes. El dolor nuestro es por ellos; los que no tienen nada. Y además, si llega alguien con una donación, la tenemos que rechazar porque no tendremos un lugar donde ponerlo. Yo ya desistí, con un dolor enorme porque el Hospital es mi segundo hogar-, respondió.
La mujer, en medio de la tristeza, aseguró que el intendente Nicolás Ducoté estaba al tanto de la situación y les prometió una reunión. "Nunca nos atendieron el teléfono", dijo Aída.
"Nos echaron. Ésta última semana fui con mucha vergüenza y dolor. Me hicieron sentir que estaba de más, ya no nos valoran. Estamos todos muy entristecidos, estuvimos 18 años adentro del Hospital", cerró la voluntaria.