Desde la Reserva Natural de Pilar realizaron un llamado a la comunidad para que no se utilice pirotecnia durante las celebraciones de fin de año, al advertir sobre las consecuencias que generan los estruendos en los animales, en personas con trastornos del espectro autista y en el entorno natural.

A través de un comunicado, remarcaron que la pirotecnia “no es solo un espectáculo de luces”, sino que provoca estrés extremo en animales, especialmente en perros, gatos, aves y especies silvestres que habitan en áreas protegidas. Según señalaron, el ruido puede generar pánico, desorientación y lesiones, tanto por intentos de escape como por alteraciones en sus conductas habituales.

Desde la Reserva también alertaron sobre el impacto que los fuegos artificiales tienen en niños con autismo y personas con hipersensibilidad auditiva, para quienes los estruendos pueden resultar dolorosos y desencadenar crisis que afectan su bienestar y el de sus familias.

En el comunicado se hizo hincapié además en el daño ambiental que provoca la pirotecnia, debido a la liberación de sustancias químicas tóxicas que contaminan el aire, el suelo y el agua, y a los residuos peligrosos que quedan tras su uso. A esto se suma, indicaron, el riesgo que implica su fabricación y el consumo irresponsable de recursos.

Finalmente, desde la Reserva Natural de Pilar invitaron a optar por formas de celebración alternativas, sin ruido ni explosiones, y apelaron a la empatía y la responsabilidad social.