Finalmente la gobernadora María Eugenia Vidal decidió no desdoblar las elecciones provinciales de las nacionales.
La idea, fogoneada desde La Plata con fuerza, tenía por objeto escaparle a la imagen negativa que tiene el Presidente Mauricio Macri en territorio bonaerense, sobre todo en el conurbano, y al mismo tiempo evitar competir contra una boleta que posiblemente lleve a Cristina Fernández de Kirchner.
Sin embargo, Macri siempre miró de reojo esa posibilidad, pese a que desde el entorno de Vidal le señalaban que un triunfo de la gobernadora, meses antes de la elección presidencial (quizás en junio), impulsaría también su reelección en octubre.
Pero además, separar y adelantar la contienda en la Provincia ponía en serios aprietos a la oposición, que aún no logra limar asperezas, que iba a quedarse con poco tiempo para definir a sus candidatos.
“Las elecciones en Nación y en Provincia se van a hacer en las mismas fechas. Vidal prefiere que sean unificadas y no desdobladas”, declaró a Clarín Federico Salvai.
Desde La Plata, y también en la Casa Rosada, habían comenzado a notar que mantener el tema en agenda comenzaba a leerse como una especulación electoral de Vidal, muy distinto a darle la posibilidad a los bonaerenses de que elijan autoridades provinciales en un debate que no sea tapado por lo nacional.
“La gobernadora quiere que los bonaerenses no tengan que votar tantas veces. Además, sería una decisión muy costosa en este momento para la Provincia. Cambiemos va a jugar en equipo y Vidal cree que tiene buenas chances de triunfo para ser reelecta”, insistió Salvai.
En Pilar, el intendente Nicolás Ducoté había manifestado en más de una oportunidad que el desdoblamiento era clave justamente para permitir un debate puro de agenda bonaerense (e incluso local), aunque desde lo político sabía que dejar a los candidatos de la oposición sin un candidato fuerte a nivel nacional prácticamente licuaba las chances de los que quieren desplazarlo de la intendencia en la contienda de octubre.
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