Néstor Amarilla, de 49 años, se dedicaba a la construcción, y como cualquier otro día volvía de su lugar de trabajo, en Los Polvorines, para su casa.
Eran casi las 17:30 del pasado 22 de noviembre, cuando descendió por Panamericana y tomó la calle Lisando de la Torre, sentido Del Viso, cuando a los pocos metros notó un ruido extraño en el motor.
Bajó del rodado, a la altura de la calle Lola Mora, abrió el capot y cuando manualmente aceleró la camioneta, una Chevrolet S10, un aspa del electroventilador del radiador se le clavó en el pecho.
Néstor se llevó la mano al pecho, y comenzó a gritar. “Me duele, me duele”, cuentan testigos que le escucharon decir.
Hombre murió desangrado al herirlo el aspa del electroventilador de su camioneta
Tomó el metal con una de sus manos, mientras caminaba tambaleante, y se lo arrancó del cuerpo. Fue peor. La sangre comenzó a brotar con fuerza. Néstor avanzó algunos metros más pidiendo ayuda, salieron varios vecinos y comerciantes de la zona.
Lo sentaron en el piso y luego lo recostaron. Una mujer comenzó a presionarle la herida con telas, lo que tenía a mano.
“¡Llamen a la ambulancia, la ambulancia!”; gritaba Amarilla, mientras que otros proponían llevarlo directamente al hospital, en un auto particular.
La ambulancia ya había sido llamada. Era las 17:40, aseguran. Llegó 30 minutos después, donde fue subido, aún con vida, aunque ya llegó muerto al Hospital Sanguinetti.
“No entiendo como no llegó antes la ambulancia, teniendo a 15 minutos el Hospital Falcón. Sabemos que es un hospital de niños, pero también que tiene servicios de urgencias para adultos. Si eso hubiera pasado, mi marido estaría con nosotros”, se lamentó Rosa Maciel en diálogo con Pilar de Todos, esposa de Néstor.
“Me llamaron por teléfono para decirme que mi esposo había tenido un accidente, entre que salimos y llegamos, tardamos poco más de 20 minutos, y mi marido seguía ahí, en el piso, desangrándose sin que ninguna autoridad haga algo”, agregó indignada, presa del dolor.
Rosa no solo apunta a la ambulancia, sino también a la Policía, a la que acusa de hacer “abandono de persona”.
“A los 5 minutos del accidente, llegaron 4 patrullas. Si esos policías hubieran asistido a Néstor, él estaría con vida, pero no hicieron nada. Solo acordonaron el lugar y se preocupaban por la camioneta, a la que le sacaban fotos, pero no por mi esposo. De hecho, los Bomberos, que llegaron después, quisieron actuar, pararle la hemorragia a Néstor, pero no los dejaron acercarse. Vecinos pedían que los dejen subirlo a un auto particular, que ellos se hacían responsables, que era necesario trasladarlo de inmediato, pero nada de eso sucedió”, añadió la mujer.
Rosa recibió varias imágenes y videos de su esposo, que ella misma pidió que se publiquen, para que se vea como su marido quedó “tirado en el piso como un animal”, y que estuvo con vida y tranquilo durante varios minutos, y con el objeto de que situaciones así "no le pasen más a nadie".
“Lo dejaron morir como a un perro. La policía me dijo que ellos por protocolo no pueden actuar, que tienen que esperar que llegue la ambulancia. ¡Estamos hablando de la vida de una persona que ya no se va a recuperar más! A mi marido lo abandonaron y lo dejaron morir como un perro”, agregó Rosa con un hilo de voz, quien agregó que ya se contactó con abogados para entablar demandas con todos los responsables por la muerte de su esposo, con quien tenía dos pequeñas hijas en común.
“¿Por qué las nenas hoy tiene que estar sufriendo la muerte de su padre? ¿Por qué la Policía no llevó a mi esposo al hospital más cercano, o dejó que Bomberos lo asistan? ¿Por qué la ambulancia tardó más de 30 minutos cuando hay un hospital tan cerca? No encuentro explicación, solo sé que mi esposo murió porque lo abandonaron”, finalizó.
