El trabajo es el gran ordenador social. Es el motor del desarrollo de las personas, las familias y los pueblos.
Es en la lucha de los derechos de los trabajadores en donde la Argentina puede encontrar su norte, su dirección. Sin embargo, este 1 de mayo encuentra a los trabajadores en una situación muy difícil luego de 16 meses de gestión del gobierno nacional. Repasemos, una vez más, las características de este modelo económico: inflación y tarifazos a los servicios públicos que implican la reducción real de salarios, jubilaciones y planes sociales. Derrumbe del consumo. Lo que a su vez genera la caída del mercado interno y de la actividad comercial e industrial.
En síntesis, el escenario de una profunda recesión. Sólo en el sector industrial, la pérdida de empleos registrados fue de 44.118 puestos de trabajo entre enero de 2016 y enero de 2017.
En Pilar, según los datos del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) hasta marzo 2017 son casi 1.000 los despidos y suspensiones, solamente en grandes empresas. Por otro lado, en el las 43 manzanas del centro de la ciudad cerraro 84 locales comerciales.
Conquistas históricas recuperadas en la última década, como la ley de paritarias, corren peligro de perderse ante el avance de la lógica del mercado y de un oficialismo que considera al trabajo un “costo”. Queremos vivir en un país y en una localidad donde el trabajo sea el motor del progreso, del desarrollo. Donde los trabajadores sean respetados. Donde el Estado Nacional defienda la industria nacional y el Estado Municipal los comercios, las PYMES, los emprendedores.
Queremos educación y oportunidades para todos. Queremos inclusión, para que al final del día, hombres y mujeres se sienten frente al plato de comida que ganaron con su trabajo. Desde el peronismo, tenemos la responsabilidad de volver a levantar las banderas de la justicia social, la soberanía política y la independencia económica; no desde el discurso, sino desde los hechos. Trabajando en un proyecto colectivo, que pueda devolverle al pueblo la esperanza de retomar el rumbo hacia una sociedad más justa e igualitaria.
Por eso, en este día, donde las banderas por los derechos conquistados están más presentes que nunca, pero en el que faltan motivos para festejar, quiero mandarles un fuerte abrazo a todos los trabajadores.
*Concejal Frente Pilarense