A casi una semana de la tragedia vial que se cobró la vida de 5 jóvenes pilarenses, una reconocida ONG advirtió por la vulnerabilidad de los adolescentes que conducen vehículos.
Se trata de la ONG “Luchemos por la Vida” que emitió un documento en el que planteó que, en coche o en moto, los jóvenes son las principales víctimas en accidentes de tránsito.
El texto lo emitieron a raíz del hecho ocurrido el pasado sábado 5 de abril en la Panamericana a la altura del Km 38.5 sentido a Pilar.
Allí, cinco jóvenes de entre 18 y 21 años perdieron la vida tras el siniestro vial.
“El conductor del vehículo, de 21 años, lo hacía a exceso de velocidad y alcoholizado. Sus amigos circulaban 4 en el asiento trasero, sin cinturón de seguridad. Solo sobrevivió el conductor, quien perdió el control del vehículo, se despistó y terminó estrellándose contra un árbol”, repasaron desde Luchemos por la Vida.
En ese contexto alertaron que ese tipo de hechos “es lo que más los mata entre los 15 y 34 años”.
“En Argentina, cerca de 3.000 perdieron la vida en 2024. Mueren más por esta causa que por cualquier tipo de enfermedad. Y el 71% de ellos son varones”, evaluaron.
También enfatizaron que, según estudios internacionales, “a igual cantidad de kilómetros recorridos, los conductores jóvenes se ven envueltos en tres veces más cantidad de siniestros fatales que todos los conductores: Protagonizan tres veces más siniestros que los conductores mayores”.
Otras estadísticas alarmantes que revelaron consignan que los jóvenes “son causantes o responsables principales de la mayoría de los hechos que sufren; cometen más errores que los mayores; protagonizan más accidentes uni-vehiculares y conducen más frecuentemente a excesiva velocidad y/o alcoholizados”.
Frente a ese panorama, Luchemos por la Vida esbozó explicaciones sobre por qué los jóvenes son vulnerables en el tránsito.
En ese punto, hicieron hincapié en algunos factores biológicos: “Un cerebro en desarrollo; menor tolerancia hepática al alcohol; impulsos hormonales; algunos factores psicológicos; inestabilidad emocional; influenciabilidad; rebeldía y sentimiento de omnipotencia”.
A ello le sumaron factores sociales tales como “modelos adultos de riesgo; tolerancia a los comportamientos de riesgo; falta de educación vial sistemática y pobres controles y sanciones”.
Qué hacer para protegerlos
En primer lugar, desde la ONG comunicaron que disponen de una “Guía para Padres de adolescentes ansiosos”.
Aunque al mismo tiempo consideraron que “el Estado también tiene una importante deuda con los jóvenes ya que se necesita concientizar y educar a los jóvenes en relación al sistema del tránsito que ellos componen en interdependencia con los demás usuarios en el espacio compartido de la vía pública, desde antes que lleguen a la adolescencia”.
En especial en los temas claves que más muertes causan: Alcohol y otras drogas y conducción; Velocidad y conducción; uso de elementos pasivos de seguridad: Cinturones de seguridad y cascos normalizados y el no uso de teléfono móvil y otras distracciones al conducir.
Finalmente reclamaron “hacer cumplir las normas de tránsito controlando y sancionando a los transgresores de toda edad”.