Más de 2500 personas estuvieron durante el último miércoles en la plaza “30 de Agosto” del barrio Luchetti de Villa Rosa.

Todas llegaron al lugar con el objetivo de recorrer y aprovechar la feria que ya es tradición en cada tarde del espacio verde pero potenciada en esta ocasión por un mercado que adosó sus productos a precios populares.

La jornada marcó un punto de inflexión en la propuesta encarada por un grupo amplio de vecinas de la zona que ofrecen sus productos bajo la modalidad de manteras desde hace ya varios meses y con el apoyo de la subsecretaría de Gestión Territorial 3.

Es que a la oferta habitual de cada tarde entre las 13 y las 17, en esta oportunidad se vio amplificada con la venta de productos complementarios y la respuesta de los vecinos fue más que importante. Por eso las vecinas piensan en reiterar la experiencia.

“Hace varios meses, un importante grupo de vecinas de Villa Rosa se acercó y nos solicitó el permiso correspondiente para realizar una feria en la plaza de Luchetti y no solo se les dio el visto bueno sino que desde entonces, se las ha acompañado permanentemente”, comentó el subsecretario de Gestión Territorial 3, Juan Manuel Moraco.

“Desde un principio nos pareció algo valorable. Por un lado la posibilidad de que las vecinas generen recursos y por el otro estimular el uso de espacio públicos con un objetivo netamente social”, agregó el funcionario.

El número de manteras fue creciendo con el tiempo y hoy ya son más de 250. “Son todas del barrio o de la zona y cuando dejan a sus chicos en el colegio, se organizan para generar un recurso más”, remarcó Moraco.

El también candidato a concejal de Juntos por el Cambio confió que “las chicas iban a vender ropa y otros elementos pero con el tiempo también eso fue mutando y ahora también ofrecen productos domésticos y artesanales, entre otras cosas”. En este miércoles especial, las mujeres expusieron sus productos y el mercado acercó productos como verduras y pollo a precios casi de costo.

“La idea de sumar la feria con el mercado hizo que ambos proyectos se estimulen mutuamente, se mejoró el producto, hubo más vecinos y mayor cantidad de ventas”, precisó Moraco. Y agregó: “también se buscó estimular el espacio público que se ocupó. Se le dio un aspecto más dinámico para que se todos se favorezcan desde un enfoque más social”.

En ese sentido, el subsecretario remarcó que “desde que las chicas vinieron con el pedido, buscamos sostener el orden y el equilibrio. Queremos que el vecino también entienda que el uso del espacio público es para bien de todos, que tenga un fin social y por eso se regulan los horarios para que todos puedan disfrutar de la plaza”.