Finalmente, este miércoles se terminó clausurando la granja de Rehabilitación San Camilo, una institución con sede en Derqui y que venía siendo señalada por las condiciones con las que albergaba y trataba a jóvenes que llegaban allí con problemas por consumo de drogas, incluso con denuncias de presuntas torturas.
El cierre llegó por parte del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires tras varias inspecciones, en las que detectaron "hacinamiento, graves condiciones edilicias y falta de profesionales idóneos", señalaron fuentes de esa cartera a Pilar de Todos, desde donde también indicaron que pesa sobre la institución una multa cercana al millón de pesos.
El procedimiento, contaron a este medio, “fue muy complejo” ya que para avanzar con la clausura, primero hubo que concretar el traslado de jóvenes que allí estaban alojados, la mayoría provenientes de otras provincias del país, luego de la renuncia del Director Médico del lugar, Sergio Rey.
Piden el cierre de una comunidad terapéutica en Pilar por denuncias de torturas
Incluso, Pilar de Todos pudo saber que de los últimos 12, de al menos 7 se desconoce su paradero.
“Cuando fuimos a evacuar a los chicos, ya no estaban, se fueron. Solo había un paciente que lo trasladamos al hospital”, relató Daniel Agostino, titular del área de Prevención de Adicciones del Municipio de Pilar.
La inspección y cierre de San Camilo venía siendo reclamada incluso por la Comisión Provincial por la Memoria quienes en una recorrida por las instalaciones constataron “la existencia de torturas y tratos crueles, inhumanos y degradantes contra jóvenes y adultos con padecimiento mental” lo que derivó en la intervención de la Justicia.
“San Camilo no va a poder seguir funcionando. Por más que hagan modificaciones no vamos a darles el alta desde Provincia. El lugar no se va a volver a habilitar”, aseveraron fuentes del Ministerio provincial.
Desde Pilar, además Agostino consideró que el cierre de San Camilo fue un proceso “muy complicado” pero que “finalmente se logró cerrarla gracias al trabajo articulado entre la Justicia, los Juzgados de Familia, Salud Mental y otras áreas del Municipio”.
El funcionario local, de todos modos, se mostró molesto por la “falta de colaboración de los titulares de la comunidad San Camilo”.
“Esperábamos por lo menos sentido común por parte de ellos, lo que pasaba ahí era su responsabilidad. La actitud que tomaron fue deplorable. Pero lo más importante es que San Camilo desaparezca como centro terapéutico porque realmente no lo era”, completó.
La institución quedó en el ojo de la tormenta tras una investigación del periodista Pablo Galfré en el libro “La Comunidad”, y que fue el puntapié para la intervención de los organismos del Estado.
En el ejemplar se abordan las historias de un puñado de jóvenes que pasaron por San Camilo. Y las muertes de Saulo Rojas (en San Camilo), por la que hay una causa judicial en curso; Felipe Mariñansky y Matías Lamorte.
“Esto es una victoria de la lucha colectiva. Miriam Lucero, la mamá de Saulo, los abogados, los lectores del libro y quienes se suman al pedido de justicia. Y también del periodismo autogestivo, en este caso de la Editorial Sudestada que se sumó a la difusión, algo que no hicieron los medios masivos de comunicación”, señaló a Pilar de Todos, Pablo Galfré el autor de la investigación sobre San Camilo.
Desgarrador relato de una madre cuyo hijo murió en una granja de rehabilitación de Pilar
