Los ediles de las bancadas de Avanza Libertad, Solana Marchesan y Juan Martín Tito, presentaron un proyecto en el Concejo Deliberante que apunta a lograr que el uso de tapabocas deje de ser obligatorio en las escuelas de nivel primario.
La iniciativa, en rigor un proyecto de resolución, apunta a «solicitar al Departamento Ejecutivo de Pilar que interceda ante el gobierno de la provincia de Buenos Aires para determinar la no obligatoriedad del uso de tapabocas en los primeros tres grados de Educación primaria» y que en su lugar el uso de mascarillas sea optativo también en el resto de los grados «atento a la mejora de la situación epidemiológica por covid-19 en todo el territorio nacional».
En los fundamentos de la iniciativa, Marchesan y Tito señalaron que «cada vez más expertos concluyen que la evidencia de máscaras en las escuelas no resiste el escrutinio científico sólido como para implementar su uso obligatorio porque, salvo las mascaras quirúrgicas, no es clara la evidencia de que los demás tapabocas sean realmente útiles para evitar la transmisión del virus».
Además, apuntaron que su uso trae «consecuencias perjudiciales para la correcta alfabetización» y provoca «daños social y emocional en las etapas más importantes del desarrollo».
«El tapabocas oculta el rostro e impide el reconocimiento facial y de la individualidad de cada rostro causando daño social y emocional en las etapas mas importantes del desarrollo; afecta el aprendizaje de leer y escribir ya que impide imitar la correcta posición de los labios y la lengua en la pronunciación de determinados fonemas», señala el proyecto de los concejales pilarenses.
Asimismo, hace referencia a los niveles de vacunación altos en el país y puntualmente en la provincia de Buenos Aires y agrega que en otros países como «Holanda, Suecia, Francia Inglaterra, Irlanda y Dinamarca han derogado la medida del uso obligatorio del barbijo en todo el territorio».
«Con la mayoría de la población vacunada y la pandemia llegando a su fin, las autoridades deberían permitir que fuera cada padre quien decida si su hijo debe usar mascarilla o no» consigna la propuesta.
Marchesan, en tanto, agregó que los chicos y chicas «necesitan poder interactuar plenamente y su desarrollo se limita profundamente con este elemento" al que calificó de "obsoleto".
Y agregó que la iniciativa apunta a que los niños y niñas «puedan volver a mirar y aprender de la emocionalidad de sus amiguitos y a escuchar mejor a sus maestras que hoy día hacen un esfuerzo infrahumano con su voz para poder enseñar».