Las nuevas subvariantes de Ómicron BA.4 y BA.5, que impulsaron el incremento de nuevas olas de coronavirus a nivel mundial y de las cuales ya hay casos detectados en la Argentina, tienen la “mayor capacidad de evasión” de anticuerpos generados por la vacunación y las infecciones previas que se registró hasta el momento, señalaron especialistas consultados por la agencia Télam.
El Ministerio de Salud informó el miércoles el primer caso registrado con Ómicron BA.5 en una persona que estuvo de viaje, cuya muestra se analizó entre el 5 y el 11 de junio, mientras que la BA.4 fue detectada por primera vez en mayo en el país.
La subvariante BA.5 junto a la BA.4 son las responsables del fuerte incremento en la cantidad de casos de coronavirus a nivel mundial, incluso en países con amplias tasas de vacunación.
“Estos dos sublinajes fueron detectados originalmente en Sudáfrica a mediados de abril e impulsaron una nueva ola de infecciones que se fue expandiendo a nivel global y ya fue detectada en 62 países”, dijo en diálogo con Télam el virólogo Humberto Debat.
En algunos de esos países como Portugal, Estados Unidos y en el Reino Unido, en los cuales las tasas de vacunación son elevadas, tanto BA.4 como BA.5 “están aumentando fuertemente su frecuencia en las últimas semanas”, lo que produjo no sólo “un aumento de infecciones sino también de internaciones”, advirtió el especialista.
Debat, quien integra el Proyecto Argentino Interinstitucional de Genómica de SARS-CoV-2 (PAIS) aseguró que a nivel biológico se advirtió que la transmisibilidad de estas subvariantes está asociada a una “mayor capacidad de evasión por asociación escape parcial inmune”.
"BA.4 y BA.5 tienen una gran capacidad de evasión a distintos anticuerpos monoclonales, a anticuerpos generados por inmunización por vacunas e inmunidad híbrida, es decir, inmunidad de vacunas seguida por inmunidad por infección", expuso Debat.
“En BA.4 y BA.5 los niveles de quiebre son mayores a cualquier otra versión del virus anterior. Aquellas personas que se infectaron en la ola de Ómicron de inicios del año, incluso aquellas vacunadas son susceptibles a una infección con BA.4 y BA.5”, agregó.
En este sentido, el virólogo precisó que el incremento en la cantidad de contagios de estas subvariantes no se deben a una mayor “infectividad” sino a su capacidad de evasión; y aseveró que “a nivel hospitalizaciones y fallecimientos no hay datos robustos para determinar si son más o menos virulentas o agresivas que otras variantes anteriores”.
“Este repentino aumento de hospitalizaciones en distintos países, es un llamado de atención. A nivel experimental, hay un trabajo muy importante, que se publicó recientemente, donde se vio una asociación de BA.4 y BA.5 con mayor virulencia y mayor mortalidad en hamsters que con otras sublinajes de Ómicron. También una mayor capacidad para infectar células del pulmón en cultivos in vitro”, advirtió Debat, aunque remarcó que “estos datos experimentales no son directamente extrapolables en humanos, pero sí son una evidencia al menos indirecta de que podría haber alguna asociación entre BA.4 y BA.5 con una potencial mayor virulencia que otras versiones de Ómicron”.
En este escenario, el especialista aseguró que “tanto las hospitalizaciones como los fallecimientos por ambas subvariantes siguen siendo menores o similares” a las cifras de personas infectadas con Ómicron BA.1 y “mucho menores a los que se vio en variantes anteriores como la Delta donde el porcentaje de vacunación eran muchísimo menor”.