“El objetivo es que el sistema no sature, ir moviendo las piezas como si fuera un tablero de ajedrez, donde cada paso debe ser pensado en función de ese objetivo”. Así comparan fuentes de la Comuna el trabajo que se viene llevando a cabo desde el primer día de la pandemia por el COVID-19, con el fin de evitar el colapso del sistema local.
Hasta el momento, prevalecen con fuerza en el sistema público otras patologías que no son las generadas por el nuevo coronavirus. Eso se debe a dos cuestiones, primero porque la tasa de contagios, aunque más alta que en semanas anteriores, está aún en ritmos “manejables”, y en segundo lugar porque la mayoría de las personas que se enferman no necesitan, por ahora, de extremos cuidados médicos.
“Pero cuando la ola llegue, va a llegar con fuerza”, admiten desde el Municipio.
Según pudo saber Pilar de Todos, de las 90 camas totales con las que cuenta en Hospital Sanguinetti, entre las de cuidados intermedios y las 40 para pacientes críticos, están ocupadas 66, es decir el 73%. Sin embargo, solo 3 personas están internadas con COVID-19, y una necesita respirador. Aunque hay otras 8 que, con otras enfermedades, también necesitan de asistencia mecánica para oxigenarse. El Municipio contará con 60 respiradores en todo el sistema.
“Actualmente, todo el COVID pasa principalmente por el Sanguinetti. Y prevalecen aún otras patologías. Pero además hemos diseñado un plan elástico que permite derivaciones, ampliaciones e incluso la inminente apertura de un nuevo hospital en Derqui (se inaugura este miércoles). Nuestro objetivo es que no se sature el sistema”, insisten desde el gobierno local.
Mientras que en Hospital Solidario del Austral, un espacio que trabaja con coordinación con el sistema público, hay 4 pacientes todos con COVID-19, en un lugar que cuenta con capacidad para 60 pacientes, de los cuales 20 camas serán para la atención de personas en estado crítico.
Pilar además cuenta con dos áreas de aislamiento en funcionamiento. Una es la que se implementó en Villa Los Maristas, con capacidad para 250 personas.
Allí, al este martes, hay 40 personas, entre casos confirmados y a la espera de resultados. En el edificio de la ex Maternidad Meisner, en Derqui, hay 9 personas internadas, con una capacidad para 40, pacientes que requieren asistencia médica pero por casos sintomáticos leves. Existe otro espacio de reserva que se puede abrir en caso de que sea necesario, siempre para personas que solo necesiten ser aisladas: en la Sociedad Hebraica Argentina, con espacio para 220 plazas.
“La cantidad de camas va acorde a la presión del sistema que vamos teniendo, es difícil hablar de porcentajes, porque esa es una foto que a los pocos minutos cambia. Por ejemplo en Maristas tenemos capacidad para 250, pero se puede extender hasta 300. En el ex Meisner sucede lo mismo, tenemos cierta capacidad pero donde también se busca la comodidad. Pero cuando apriete la situación es posible incrementarlo”, continuaron las fuentes.
Esa lógica también se aplica a los hospitales, donde no solo se contará en apenas horas con las nuevas instalaciones del nosocomio de Derqui, que podrá recibir a 26 pacientes, sino que también se apelará a las derivaciones hacia las Unidades de Diagnostico Intermedio (UDIS) con las que cuenta el sistema local.
“Lo que nosotros hacemos es mirar el nivel de ocupación del Sanguinetti, y al mismo tiempo ver si hay afuera capacidad para derivar, lo que está sucediendo hoy. Pero en caso de llegar el momento, se pueden hacer derivaciones a las UDIs, y vamos a ampliar el sistema aún más con la inauguración del nuevo Hospital de Derqui, que mientras se necesite será destinado en parte a la lucha contra la pandemia, pero luego quedará como un servicio para los derquinos que hoy se ven a ver obligados a moverse al Sanguinetti”, destacaron las fuentes.
“Nuestro objetivo es no llegar a esa saturación, lo que buscamos evitando la propagación del virus, atacando rápido posibles focos, y al mismo tiempo ampliando el sistema sanitario y dotándolo de esta capacidad de elasticidad. Tenemos un sistema que aún está recalentado por las patologías que no son COVID, pero estamos preparados porque si la ola llega, va a llegar con fuerza”, cerraron desde la Comuna.