Viernes, 03 Noviembre 2017 22:58

Siguen los robos en el centro de Pilar: esta vez un ladrón asaltó un kiosco

Irrumpió en el lugar a la medianoche, y se presume con un criquet levantó parte de la persiana metálica. Se llevó casi 12 mil pesos entre efectivo y atados de cigarrillos.

Los robos en el centro de Pilar no cesan. Ya son varios los locales que son víctimas de la delincuencia, y esta vez fue el turno de un kiosco.

Ocurrió este viernes a las 0:05, cuando el propietario de un local de la calle San Martín casi esquina Independencia recibió en su casa la alarma que indicaba que alguien había ingresado al lugar.

De inmediato, miró de manera remota una de las cámaras que tiene instaladas en el negocio, y vio la figura de un hombre robusto, tapado con una capucha, que movía con violencia la caja registradora.

“Ahí nomás me fui para el local, entre que saqué el auto de la cochera y llegué, deben haber pasado 8 minutos. En la puerta, vi que la persiana estaba como abombada, y creyendo que aún estaba adentro el ladrón le dije que no se mueva”, relató Roberto, el dueño del lugar, a Pilar de Todos.

“Llamé varias veces al Comando, donde nunca me atendieron, y recién a la 4ta. vez tuve respuesta en la comisaría de Pilar. Pero el patrullero que más tarde apareció no vino por el robo a mi local, sino que pasaba de casualidad”, se indignó Roberto.

El comerciante contó que el ladrón ya no estaba en el lugar al él llegar –recorrió el negocio con la Policía-, e informó que se llevó 3900 pesos en efectivo y varios atados de cigarrillos por 8 mil pesos.

“Esto pasa porque las fuerzas de Seguridad no están unificadas, no trabajan en conjunto, y tampoco con las de Tránsito, por ejemplo. No intercambian información entre ellas, respecto a si ven movimientos sospechosos. Lo que necesitamos es algo básico: seguridad. En esta zona hay gente que ejerce la prostitución y en los últimos meses han sido tres los locales robados; pero esta persona nunca dice ver nada, siempre comenta que ve a alguien sentado, pero nada más. Es raro, quizá haga campana de los ladrones, y van marcando los movimientos de los locales. Anoche le pagué a un sereno para que se quede a dormir en el kiosco, porque la cortina no se puede cerrar, tuve que dejar a mi hija de 10 años sola en mi casa, y quizá esta noche, si no arreglo la persiana, tenga que hacer lo mismo”, concluyó el propietario del local.

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