Desde hace unos días un cura acusado de haber abusado sexualmente de una menor de edad goza del beneficio de la prisión domiciliaria en una vivienda de Pilar.
Se trata de Raúl Sidders, denunciado por una alumna de un colegio privado de La Plata por haber abusado de ella cuando la víctima tenía entre 11 y 14 años.
Sidders había sido alcanzado por el beneficio el año pasado, a instancias de un Juez de Garantías de La Plata, pero la medida había sido apelada.
Sin embargo, desde la semana pasada, Sidders, quien tiene una tobillera electrónica, se encuentra en una urbanización de Zelaya, en casa de un familiar.
Sidders está acusado de abusar de una alumna menor de edad, entre 2004 y 2008, en un colegio privado de La Plata.
El año pasado el Juez Agustín Crispo dictó la prisión preventiva, pero el sacerdote pidió una morigeración y poder cumplirla en un domicilio, por presuntos problemas de salud. Sin embargo, la decisión se dilató debido a que fue apelada.
“Fuera de Pilar”
Desde el Frente de Mujeres y Disidencias de Pilar rechazaron que Sidders esté con prisión domiciliaria en Pilar.
“Fuera Sidders de Pilar. Rocío (por el nombre de pilar de la víctima), una joven de la Plata, que hoy tiene 28 años, denunció el acoso y los abusos que sufrió entre sus 11 y 14 años, cuando asistía al colegio San Vicente de Paul de La Plata, donde Sidders era capellán. El sacerdote se valía de las instancias de confesión para incitarla a tener relaciones sexuales y la sometió a contacto físico”, expusieron desde el Frente.
“Luego de su valiente testimonio, muchos jóvenes que asistieron a ese colegio se animaron a contar sobre abusos cometidos por este cura. Gracias a la lucha inagotable de Rocío y de miles de mujeres que la acompañan, este abusador espera su condena final, pero lamentablemente goza del privilegio de estar en una prisión domiciliaria en un country de nuestro Distrito”, añadieron.
“Desde el Frente de Mujeres y Disidencias en Lucha de Pilar, no dejaremos pasar este atropello, no queremos que la Iglesia siga encubriendo violadores, que gozan de una prisión domiciliaria mientras sus víctimas están condenados a sobrellevar una vida con sus abusos”, cerraron.