El Municipio ya comenzó a compactar restos de poda que luego son entregados a vecinos para que los usen como leña.

Se trata de una innovadora iniciativa que apunta, por un lado, a reducir la cantidad de desechos que se disponen en centros especiales y hacer más eficiente la logística y, por el otro, a ayudar a las familias a que calefaccionen sus viviendas.

Para tal fin, se usa una máquina que recolecta y luego enfarda los desechos verdes, con una capacidad en promedio de unos 150 paquetes diarios.

El sistema actualmente se está usando en barrios de Villa Rosa, como Luchetti, y, según explicó el titular de la Subsecretaría de Gestión Territorial 3, Juan Manuel Moraco, alrededor de un 50% es retirado por la gente.

“El espacio físico que se reduce es impresionante, una pila de ramas grande queda reducida a 5 fardos. Lo que no se entrega se acopia en un centro en Pinazo, donde hay una chipeadora, aunque en un volumen muy pequeño”, explicó Moraco.

El funcionario agregó que aproximadamente un 50% de los desechos empaquetados es retirado por los vecinos, mientras que lo demás se guarda en la delegación, donde más tarde es llevado por interesados en hacer fertilizante o humus.

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