La inflación de marzo se aceleró fuerte y trepó al 3,7%, la más alta en siete meses, según el Indec. De esta forma, el Índice de Precios al Consumidor creció por segunda vez consecutiva respecto al mes previo y en esta oportunidad, los alimentos escalaron muy por encima del promedio.
El nivel general del Índice de precios al consumidor registró un alza mensual de 3,7% en marzo de 2025, y acumuló en el año una variación de 8,6%. En la comparación interanual, el incremento fue de 55,9%.
En enero, el incremento de los precios había sido de 2,2% luego de un diciembre en alza (2,7%) y en febrero, con una leve aceleración, de 2,4%. Para encontrar una variación similar a la de hoy hay que remontarse al 4,2% de agosto del año pasado.
La división de mayor aumento en el mes fue educación (21,6%), con subas en todos los niveles educativos por el inicio del ciclo lectivo. Sin embargo, le siguió alimentos y bebidas no alcohólicas (5,9%), principalmente por incrementos en verduras, tubérculos y legumbres y carnes y derivados. De esta forma, los alimentos registraron la suba más alta en un año, cuando en abril de 2024 escalaron al 6%.
La división que registró la mayor incidencia en todas las regiones fue alimentos y bebidas no alcohólicas (3,2%), por los aumentos en carnes y derivados y verduras, tubérculos y legumbres. Las dos divisiones que registraron las menores variaciones en marzo fueron bebidas alcohólicas y tabaco (0,8%) y recreación y cultura (0,2%).
A nivel de las categorías, los precios estacionales (8,4%) lideraron el incremento, seguida de regulados (3,2%) e IPC Núcleo (3,2%).
Una familia tipo necesitó $ 1.100.267 para no ser considerada pobre en el Gran Buenos Aires, de acuerdo con el estudio de valorización mensual de canastas difundido por el Indec. Ese fue el valor de la Canasta Básica Total (CBT), que incluye tanto alimentos como otros bienes y servicios esenciales como transporte, salud, educación y vestimenta.
La variación mensual de esta canasta fue del 4% respecto de febrero. En lo que va del año, acumula un aumento del 7,4%, mientras que la variación interanual alcanzó el 42,3%.
Por su parte, la Canasta Básica Alimentaria (CBA) -que define el umbral de la indigencia y contempla únicamente los alimentos necesarios para cubrir los requerimientos nutricionales mínimos- se ubicó en $ 495.616 para ese mismo hogar. Esta canasta tuvo una suba mensual del 5,9%, acumula un 10,3% en el año y muestra un incremento interanual del 38,4%. Estas canastas se calculan a partir del consumo de un adulto equivalente, cuya línea de pobreza en marzo fue de $356.073 y la de indigencia, de $160.393.
Los datos reflejan el impacto del aumento del costo de vida sobre los hogares y son clave para monitorear la evolución de la pobreza y la indigencia en el país. (DIB)