Finalizada su construcción a fines del 2014, sin inauguración oficial, posee todas las dificultades que ofrece una obra donde la corrupción intervino en gran medida llevándose las condiciones de seguridad que necesita inexorablemente brindar un camino.
Aunque se trata de un vía provincial entre partidos vecinos, parecería que no hay quién se haga cargo para remediar su estado de destrucción, como se puede ver en la imagen que acompaña al texto.
Desde el principio y durante su construcción se veía que no podía albergar el tránsito pesado de camiones.
La falta de banquinas, el hecho de contar con una sola mano, carecer de señalización acorde, espesor de cimientos y capa asfáltica conforme al arte de construir, determina su inhabilitación para tal fin.
Otra condición desfavorable es que carece de iluminación. Cualquier inexperto imaginaba que no circularían ese tipo de automotores por ella.
Si bien cuenta en una parte del camino con un destacamento policial, situación que marcaría un control, en la práctica resulta inexistente, jamás se distinguió un agente o vehículo que lo ejerciera sobre la ruta. Solo coexisten algunos reductores de velocidad mal señalizados a la altura de la calle Las Truchas en el partido de Pilar, que lleva al Country Golfers CC., otros también a mitad de camino en relación a una escuela pública.
Además, se ha colocado una cámara de control de velocidad y unos carteles indicadores de velocidad máxima que nunca son respetados porque no hay ningún otro tipo de vigilancia. Esta ruta ya se ha llevado varias vidas y se suponía que los responsables de tal timo a la comunidad por inoperancia en su construcción, serían llevados a juicio por las administraciones siguientes. Cosa que no ha ocurrido, es más ciertas empresas responsables continúan trabajando para los gobiernos municipales de turno.
Es una gran pena, corroborar diariamente que nadie se hace cargo de la situación, cada vez hay más tráfico y se vuelve más peligrosa porque los vehículos al evadir los pozos, que son de tamaños importantes, cambian de carril, facilitando los choques con aquellos que transitan por la mano contraria.
También resulta lamentable no poder aprovechar con tranquilidad el panorama paisajístico que ofrecen los parajes rurales que esta vía atraviesa, campos y forestaciones de naturaleza interesante, dada la condición de stress que significa manejar por ella.
El tramo cercano a la ruta 28 en Pilar, es el que ofrece mayores inconvenientes, justo en las cercanías del Colegio del Pilar.
Insisto por este medio, en nombre de mis vecinos y la comunidad toda, para que las autoridades municipales resuelvan de manera perentoria esta condición, efectuando las conexiones político-administrativas necesarias con la Dirección de Vialidad _ Zona II Morón_ que depende del Ministerio de Infraestructura de Vivienda y Servicios Públicos de la Provincia de Bs. As.
Graciela M. Baroldi
Arquitecta FADU. UBA. Perito de Oficio de la Justicia, se especializa en Impacto Ambiental, Diseño Urbano y Arquitectónico, Arquitectura Bioambiental y Urbanismo Sustentable. Docente e investigadora universitaria. Jurado de Concursos CAPBA V.